Restaurante Karak, Valencia.

Mucho me habían hablado la cocina de Rakel Cernicharo, joven cocinera propietaria de este local situado en la C/Baja nº 42, en pleno Barrio del Carmen. Al final te entra la curiosidad por conocer el local y su propuesta gastronómica. Una de las agradables sorpresas de este año.


Sábado noche finales de agosto, solo ofrecen servicio de cenas. Llegamos a las 21:30 h y ya tienen varias mesas ocupadas. Después el local se llenó por completo.



No había carta, solamente disponían de un menú compuesto de tres pequeños snacks de aperitivo, un primer plato y un principal (ambos a elegir entres cinco/seis opciones de cada grupo) y un cocktail tras el postre/café. (esto ha cambiado al escribir esta reseña, os recomiendo pinchar aquí para acceder a su web y ver su actual oferta). Precio 18 € Iva incluido, a lo que había que añadir servicio de pan (1,50 € por persona), postre/café y bebida.

- Pesto con mermelada de fresa y ruibarbo al humo de haya. En la foto podemos observar el humo en el interior de los recipientes de crital.


- Servicio de pan.


- Ferrero Rocher de foie con Baylis.


- Sopa de piña y pepino con brotes, wasabi, y sardina encurtida. No me gusta el pepino, aparte del sabor me repite durante horas. Me sorprendió que en este plato no me ocurriera.


Nos ofrecieron a la hora de tomar la nota elegir cada uno distintos platos y poder probar más opciones, por lo tanto veremos en las fotos dos primeros y dos segundos.

- Caballito de verano. Carpaccio de gambón, caldo de bresa y miso, coral de sus antenas y parmesano, sorbete de lima, su piel y jugo, mayonesa de limón, huevas de trucha y salmón.


Llega a la mesa acompañado de un bollito al vapor.


- Panceta a baja temperatura. Plato que me habían dicho casi todos que teníamos que probar si o si. Panceta cortada en láminas, encurtidos, legumbres, mayonesas (wasabi, kimchi, ajo confitado), reducción de olla podrida, cebolla a baja temperatura, hierbas y flores.


- Black samón osmotizado en soja, acompañado de verduras al wok en tandoori, salsas de ajo confitado y mostaza-miel.


- Tiradito de corvina con encurtidos, ajis picantes, maracuya y pétalos de flores.


Probamos uno de sus postres. Galletas oreo, speculoos (galleta muy tradicional en Bélgica y Holanda, comparable para mi a nuestras galletas María), mascarpone y peta zatas.


Un Pisco para rematar la cena.


Nos gustó Karak. Propuesta que utiliza un gran número de ingredientes en cada plato, cosa a priori muy arriesgada, pero que terminan dando un buen resultado si lo haces bien (como es el caso).

Un restaurante a seguir y tener en cuenta.